jueves, 3 de abril de 2014

Grave accidente de lectura "dejando" como saldo una oración destruida

¿Sabe usted qué es el gerundio?,  ¿sabe que existe la tendencia a creer que los gerundios actúan como verbos y esto lleva a errores en la escritura de oraciones?
“Mal de muchos, consuelo de tontos”, parece que es el refrán que mejor describe la situación que ocurre con el uso de los gerundios (verbos terminados en ando/endo). Esos muchos suponen que los gerundios actúan como un verbo con todas la de la ley y que, por lo tanto, pueden conjugarse en todas las circunstancias. Por todos los medios de comunicación se leen y se publican como si nada oraciones como “Se retiró del fútbol, dedicándosedespués a entrenar”, “Se estrelló una avioneta turística, falleciendo el piloto y los tres ocupantes”, “Fue decomisada una maleta conteniendo dos kilos de cocaína”. ¿No ve ningún error en estos ejemplos? Entonces, ¡necesita seguir leyendo!
Si recordamos nuestras clases de español, existen unas formas no personales del verbo que son infinitivo (ar, er, ir), participio (ado, ido) y, nuestro invitado de hoy, el gerundio. Ninguno de ellos es en realidad un verbo sino un verboide, es decir, no tienen el poder de indicar una acción o estado del sujeto de la oración porque no tiene persona, número, modo ni tiempo. El siguiente ejemplo lo puede demostrar:
Mr. Black canta el Serrucho
Mr. Black cantó el Serrucho
Mr. Black cantará el Serrucho
Mr. Black cantaba el Serrucho
Mr. Black cantando el Serrucho
¿Qué sensación deja la última oración, que no dejan las anteriores? Con seguridad siente que la oración está incompleta, porque no se ha conjugado realmente el verbo cantar. Los gerundios nunca se utilizan solos para expresar acción y estados durativos: “Estoy cocinando”, “Seguiré pensando”. Su uso más común es como adverbio de modo: “Salió de la oficina corriendo”. ¿Cómo saber que el uso es correcto? Simplemente pregunte cómo ocurre el verbo principal ¿Cómo salió?
Veamos ahora cuáles son los principales problemas de uso que tiene el gerundio:
- Acciones que indican posteridad: Evite los gerundios para indicar acciones que son posteriores o consecuencia de la acción principal, por ejemplo “Envolvió el regalo, dejándolo en la mesa” o “Se cayó una pared, resultando herida una persona”. En su lugar, puede utilizar formas como “Envolvió el regalo y lo dejó en la mesa” y “Una persona resultó herida tras la caída de una pared”.
- Complementos de la oración: Evite usar gerundios cuando acompañe a un sustantivo que sea un complemento del verbo, como en “Abordé al rector entrando al edificio” (¿Quién iba entrando?) o “Terminaron el presupuesto, marchándose a sus casas”. Podría emplear, en cambio: “Abordé al rector cuando entraba al edificio” y “Terminaron el presupuesto y se marcharon a sus casas”. Tenga en cuenta que es adecuado usar el gerundio acompañando un complemento cuando el verbo principal denota percepción (ver, recordar, distinguir, etc.), “Vimos a tu hermano saliendo del centro comercial”.
- Como especificativo del verbo: No use el gerundio como un adjetivo para especificar una cualidad del verbo principal: “Se necesita secretaria teniendo tres años de experiencia” o “Despegó un avión militar llevando ayudas a la zona de la tragedia”. Sería más adecuado: “Se necesita secretaria que tenga tres años de experiencia” y “Despegó un avión militar que lleva ayudas a la zona de la tragedia”. Los únicos casos en los que el gerundio se utiliza como adjetivo son hirviendo y ardiendo.
Puede emplear gerundio para dar una explicación del sujeto de la oración (que debe ir entre comas): “El jefe de recursos humanos, conociendo la situación, autorizó el permiso especial por una semana”. 
Lamentablemente estos errores se presentan a diario en los medios masivos de comunicación, lo que induce a que todos los reproduzcamos sin darnos cuenta de las graves consecuencias, e incluso ambigüedades que se generan. No sea usted de los que dice que si así sale en la prensa, entonces está correcto; no sea de los muchos que se consuelan cometiendo los errores de los otros.
Truco: Las acciones que indica el gerundio deben ser anteriores o simultáneas al verbo.

martes, 4 de marzo de 2014

No coloque, ¡ponga!

Si usted es de los que se coloca bravo, coloca atención o cree que solo pone la gallina, el siguiente artículo es para usted. 
Existe una marcada tendencia a utilizar el verbo colocar con la creencia de que se trata de una conjugación más elegante que el uso del poner. Este último verbo se ha relegado cual pariente pobre del idioma español, con el consecuente error que desdice de la imagen cultural de quien lo comete.
El verbo poner cuenta con cuarenta y cuatro acepciones en el diccionario de la RAE, lo que le otorga una amplitud de usos permitidos, mientras que colocar solo cuenta con seis. Es así como las posibilidades de colocar se ven limitadas, lo que casi siempre conduce a equivocarse en su uso.
“Colocar es un matiz de poner, así como guisar es una precisión de cocinar. Pero no son sinónimos y a menudo es una barbaridad sustituir uno por el otro”, explica Soledad Moliner en su libro Para hablar bien español: primeros auxilios. El único uso de colocar en relación con poner es “Poner a alguien o algo en su debido lugar”, lo que quiere decir que solo se puede usar en este sentido cuando algo se desplaza para ser ubicado en el lugar donde se supone debe estar “Coloca las pastillas en el pastillero”.
Uno se pone la ropa, las reinas de belleza ponen su granito de arena, a un bebé le ponen el nombre de Julián, un piropo puede hacer que te pongas colorada o en las manos de Dios se pone el día que ya pasó y la noche que llega.

Piénselo bien de ahora en adelante cuando vaya a emplear este verbo y váyase a la fija con el verbo poner. Tendrá menos posibilidades de equivocarse y de ponerse colorado.